El mundo de las inversiones suele ser confuso y hasta generar temor entre los inexpertos, aun así es muy probable que una vez que se piensa en la posibilidad de comenzar a invertir, esa idea puede perdurar durante un largo periodo en tu cabeza.
Entre las primeras preguntas que cruzan por la cabeza, antes de invertir, es: ¿podré invertir? ¿las inversiones son lo mío? ¿necesito tener algún curso en finanzas para comenzar? ¿en qué puedo invertir? ¿podré controlar la ansiedad de no controlar el mercado? Y más interrogantes que agobian un poco.
En Holdo Lens queremos facilitarte un poco el acceso al mundo de las inversiones, y responder alguna de las preguntas que seguro no te dejan dormir por la noche.
Hoy (aunque ojalá hubiese sido ayer). Nunca es tarde para comenzar a invertir, pero se dice que se debe hacer lo antes posible. Sin embargo, antes de empezar a hacerlo se recomienda tener una reserva de dinero o “Fondo de emergencia”, de esta forma, el dinero que se pondrá en el mercado podrá ser considerado efectivamente intocable, y aceptas que no podrás usar ese dinero durante un tiempo determinado. De lo contrario, puede que ante emergencias o tentaciones, quieras sacar dinero de tu inversión y, con ello, podrías perjudicar el avance o las proyecciones del rendimiento de tu capital.
Ordenar tu dinero también es fundamental para comenzar a invertir. Al determinar el gasto mensual fijo, el monto destinado a caprichos y el de ahorros, podrás controlar mejor tu ansiedad ante tentaciones y mejorar tu disciplina financiera.
No somos partidarios de que debe hacerse una acción o la otra, ambas se complementan bien y pueden servir para diferentes metas. Mientras que ahorrar te ayuda a tener una liquidez rápida y a acumular dinero durante un tiempo, para alcanzar algunos de tus objetivos financieros. Invertir aumenta el rendimiento de tu capital y lucha contra la devaluación de efectivo, por lo que es una gran estrategia, sobre todo para cumplir metas a largo plazo.
Algunas personas prefieren hacer ambas al mismo tiempo, existen cuentas de inversión que tienen un nivel de riesgo conservador, que ayudan a crear un respaldo económico en caso de emergencias con una alta liquidez.
Ponle un objetivo a tu dinero, será mucho más fácil invertir cuando sabes a donde quieres llegar. Para ello será necesario que determines tus metas y un plazo realista para lograrlo, además de planificarte en torno al riesgo que podría llegar a implicar. Existen metas de corto, mediano y largo plazo.
Las inversiones a corto plazo generalmente duran hasta un año, se utiliza para objetivos que requieren de una mayor liquidez o con metas en un futuro cercano, por ejemplo, vacaciones. Su prioridad principal es retirar pronto el dinero, aunque esto implique tener una menor rentabilidad que con otro tipo de plazo.
Por otro lado, las inversiones a mediano plazo implican un periodo de uno a cinco años, aproximadamente. Este tipo de inversiones suelen soportar una mayor exposición al riesgo, para generar un mejor rendimiento.
Finalmente, las inversiones a largo plazo son aquellas que duran más de cinco años. Obedece a una lógica que entre más años de inversión, es probable que la inversión responda mejor a los movimientos del mercado y se genere una mayor rentabilidad. Generalmente se utiliza este plazo para pensar en un fondo para mejorar la jubilación, el pago del pie de una casa, adquirir un nuevo inmueble o hacer un viaje en un futuro lejano.
Considerando el tiempo de inversión, tu nivel de tolerancia al riesgo y los objetivos que tienes en mente, ya puedes comenzar a enfrentarte al mundo de las inversiones.
La variedad es la clave. Se suele recomendar distribuir el dinero en la mayor cantidad de instrumentos posibles, considerando diferencias de sectores, mercados y monedas. A esto se le denomina diversificación.
Algunos activos puede que sean más riesgosos que otro, dada su naturaleza volátil en el mercado, por ejemplo, el ETF ARKK de tecnologías innovadoras suele tener mayores subidas y bajadas que otros fondos de inversiones. Este tipo de instrumentos requiere que el inversionista sea tolerante a un riesgo alto, pero también pueden mitigarse sus movimientos bruscos con otros fondos más conservadores.
Al invertir en ETFs se obtiene un activo que sigue el rendimiento de índices que contemplan varias empresas y rubros, por lo que nutrir los portafolios de inversión con esta clase de activos, suele ser beneficioso para promover la diversificación de tu capital.
¡Para nada! Existen algunos sistemas de inversión que sí exigen un conocimiento previo, como lo podrían ser las inversiones que necesitan de gestión activa, que pueden ser complementados con el rendimiento de un asesor financiero. Pero también existe la gestión pasiva, que se encarga de seguir el rendimiento del mercado para generar una rentabilidad sustentable y mantenida en el tiempo.
Hoy en día existen un gran número de empresas que ofrecen ambos servicios, desde bancos hasta Fintech, que se encargan de administrar tu dinero de acuerdo con tu experiencia y requerimientos.
En Holdo nos especializamos en crear portafolios con ETFs diversificados y personalizados, que no solo consideran tus metas sino que también tu nivel de tolerancia de riesgo. Hemos implementado, a su vez, un sistema de comisiones que incentiva a aumentar tu rentabilidad, ya que mientras más capital añades a tu inversión, menor será el cobro de tu comisión.
Invertimos tu dinero en el extranjero y gestionamos tus inversiones con ayuda de nuestra Inteligencia Artificial, que permite optimizar al máximo el rendimiento de tu portafolio y llevar tus inversiones al siguiente nivel.
Advertencia: La información que se encuentra en este blog está destinada a un uso informativo general. No corresponde, en ninguna circunstancia, a un consejo personalizado de inversión. Cada individuo cuenta con necesidades diferentes, por lo que debes tener en consideración tu perfil de riesgo y objetivos, antes de tomar una decisión sobre tu situación financiera. Cabe destacar que, en holdolens, se comparten solo datos fiables sobre el comportamiento histórico del mundo de las inversiones. Sin embargo, no se puede garantizar un resultado específico sobre el mercado, ya que el rendimiento podría variar. Ten en consideración que toda inversión está sujeta a riesgos, entre ellos la pérdida del dinero invertido; cada ejemplo que hemos proporcionado es meramente ilustrativo, ya que somos incapaces de poder predecir cómo se comportará el mercado.