Reinvertir tus ganancias es una de las tantas estrategias que existen para nutrir más tus inversiones y alcanzar tus objetivos. En la práctica, consiste en utilizar las ganancias que has obtenido de tus inversiones para adquirir más instrumentos de inversión y activos, en lugar de retirarlas.
Por ejemplo, si tienes acciones o ETF que pagan dividendos, puedes usarlos para comprar más en lugar de retirarlos. Al hacer esto, puedes aprovechar el poder del interés compuesto y optimizar el rendimiento de tu inversión.
En este contexto es clave el término “interés compuesto”, uno de los términos más importantes y poderosos en el mundo de las finanzas personales. De hecho, existe una frase popularmente conocida, y que se le atribuye a Einstein (aunque nadie está seguro de su procedencia) que dice: “el interés compuesto es la fuerza más poderosa del universo”, ¿por qué te preguntarás? Vamos a averiguarlo hoy.
El interés compuesto es aquel que se aplica no sólo al capital inicial de tu inversión, sino que también al interés que se acumuló los períodos anteriores. En otras palabras, el interés compuesto implicaría ganar intereses sobre otros intereses.
Esto ayuda a que el dinero crezca más rápido, que si lo calculas con el interés simple sobre el capital (sólo sobre lo que invertiste originalmente). Mientras más largo sea el periodo de inversión, mayor será el crecimiento del interés compuesto.
Por tanto, podemos declarar de alguna forma, que el interés compuesto será de tus mejores amigos a la hora de hacer crecer tus ahorros e inversiones, ya que aumenta el ritmo de ganancias.
Este interés suele aprovecharse más en inversiones a largo plazo (más de 3 años). Sin embargo, no por eso no puede usarse en los otros períodos de inversión.
Cuando inviertes a corto plazo, es posible que no sea tan visible el beneficio del interés compuesto, porque no suele durar más de un año y no ha pasado mucho tiempo. Sin embargo, al ganar intereses sobre intereses, aunque sean pocos pueden marcar una diferencia con el paso del tiempo. Lo mismo sucede a mediano plazo, cuando comienza a ser un poco más notable.
El interés compuesto es una herramienta que puede marcar un antes y un después en tus inversiones, ya que pequeñas cantidades de dinero pueden volverse más significativas con el paso del tiempo.
Sin embargo, no por eso tus inversiones estarán libres de riesgo, ya que es una de sus características intrínsecas. Por lo tanto, también es importante que obtengas una buena asesoría y en tiempo real, junto con ajustes periódicos a tu portafolio, para ayudar que tu inversión de hoy, sea tu tranquilidad de mañana.
Advertencia: La información que se encuentra en este blog está destinada a un uso informativo general. No corresponde, en ninguna circunstancia, a un consejo personalizado de inversión. Cada individuo cuenta con necesidades diferentes, por lo que debes tener en consideración tu perfil de riesgo y objetivos, antes de tomar una decisión sobre tu situación financiera. Cabe destacar que, en holdolens, se comparten solo datos fiables sobre el comportamiento histórico del mundo de las inversiones. Sin embargo, no se puede garantizar un resultado específico sobre el mercado, ya que el rendimiento podría variar. Ten en consideración que toda inversión está sujeta a riesgos, entre ellos la pérdida del dinero invertido; cada ejemplo que hemos proporcionado es meramente ilustrativo, ya que somos incapaces de poder predecir cómo se comportará el mercado.