La volatilidad del mercado es una medida estadística, que ayuda a determinar la magnitud de la variación de la rentabilidad de un activo en el mercado, durante un periodo determinado. Esta se obtiene al calcular la desviación estándar del rendimiento de un activo específico.
Por lo tanto, cuando se calcula la volatilidad, podemos determinar cuánta incertidumbre puede aparecer al invertir en un activo en un momento determinado, ya que mientras mayor sea la volatilidad del activo, mayor será la oscilación de su rentabilidad. En otras palabras, la inversión podría cambiar rápidamente su valor, ya sea de forma positiva o negativa, durante un periodo de tiempo. Por el contrario, cuando la dispersión de los valores es menor, significa que el valor fluctúa menos y suele ser considerado más estable.
Se entiende por volatilidad histórica como la estadística que mide el grado de la variabilidad que puede tener un activo en un periodo específico, en relación con una variación de la rentabilidad diaria o mensual. Se debe considerar que si un activo tiene intrínsecamente mayor volatilidad, se moverá más su rentabilidad, mientras que si es más conservador posiblemente tendría una menor volatilidad.
Por otro lado, la volatilidad implícita, también llamada proyectada, es un tipo de medición que permite estudiar el nivel de volatilidad que podría tener el mercado en un futuro. Este concepto deja en evidencia una probabilidad de rendimiento, por lo que solo enseña un actuar potencial del mercado. En este caso, al calcularla durante un mayor plazo, sería menos certera la probabilidad de que se cumpla la volatilidad esperada.
El Índice de volatilidad de Chicago Board Optiones Exchange (VIX) es el principal indicador de la bolsa de valores de Chigago. Se centra en la volatilidad que podría tener durante un mes (30 días) el famoso S&P 500. Es un tipo de volatilidad implícita, ya que es una impresión o apuesta sobre el desempeño futuro de este índice.
VIX mide en específico S&P 500 porque ha sido considerado como un reflejo del comportamiento del mercado, dado el mundo de empresas que este representa. Cuando el índice VIX es menor a 12 el mercado tendría una baja volatilidad, mientras que si es superior a 20 su volatilidad sería más alta de lo normal.
Cabe destacar que, aunque se desee, no es posible rastrear el rendimiento de los activos en un futuro, ya que no se puede predecir en torno al mercado. Este índice solo ha sido una sugerencia que toman en consideración algunos inversionistas, para decidir qué vender o comprar en momentos de incertidumbre, pero puede no verse reflejado en el futuro de tu portafolio.
Para medir la volatilidad del mercado, se realiza un cálculo de la desviación estándar, que considera el cambio del rendimiento de un activo durante un periodo determinado, para lo que se considera la rentabilidad diaria y mensual. Esta expresión matemática, permite ver cuánto se aleja del promedio de comportamiento del instrumento de inversión.
Tal como se anunció anteriormente, mientras mayor sea el porcentaje de volatilidad, más disperso será el rango de precios que puede alcanzar un activo en el mercado, por lo tanto, este tipo de inversiones es la más atractiva para los amantes de los riesgos.
Por otro lado, una menor volatilidad se encuentra asociada a activos más estables, en la medida de lo posible, ya que estos oscilan en un menor rango de precios. Estas inversiones están destinadas para los más conservadores o inversionistas de corto plazo, ya que no presenta grandes fluctuaciones.
La volatilidad es propia del mercado, es parte de su naturaleza y no es un enemigo mortal al cual vencer. De hecho, puede llegar a ser tu mejor aliado.
Un inversor no solo debe estar preparado para enfrentar de forma financiera los momentos de alta volatilidad del mercado, sino también psicológicamente.
Aun así, no es seguro que las decisiones que se tomen durante un momento de alta volatilidad sean los mejores, porque el mercado no es predecible, puede que existan pérdidas al especular, por lo que se debe ser consciente que así como se puede ganar dinero también puede perderse.
Un fondo de emergencia seguro ayuda a mantenerse psicológicamente estable frente a momentos de grandes pérdidas. De esta forma, no necesitarás liquidar tu inversión por problemas financieros, sino que podrás mantenerlos en tu cartera de inversión hasta que el mercado mejore.
Se suele pensar que las inversiones a largo plazo pueden tener una mayor variación en la rentabilidad de tu capital, dado que tu capital estará expuesto durante más años al movimiento del mercado. Mientras que las inversiones a corto plazo pueden resultar parecer más seguras, al estar por un menor tiempo en el mercado.
Sin embargo, esto no es siempre así. Existen los plazos y los niveles de riesgo, que funcionan como dos variables independientes, si tienes un portafolio conservador a largo plazo, es posible que nunca veas grandes fluctuaciones en tu rentabilidad. Por el contrario, si posees un portafolio con una meta a corto plazo y activos de alto riesgo, verás más fluctuaciones en tu rentabilidad. Por lo tanto, no solo se debe considerar el tiempo de inversión, sino también el riesgo que eres capaz de tolerar como inversionista y tus metas.
Advertencia: La información que se encuentra en este blog está destinada a un uso informativo general. No corresponde, en ninguna circunstancia, a un consejo personalizado de inversión. Cada individuo cuenta con necesidades diferentes, por lo que debes tener en consideración tu perfil de riesgo y objetivos, antes de tomar una decisión sobre tu situación financiera. Cabe destacar que, en holdolens, se comparten solo datos fiables sobre el comportamiento histórico del mundo de las inversiones. Sin embargo, no se puede garantizar un resultado específico sobre el mercado, ya que el rendimiento podría variar. Ten en consideración que toda inversión está sujeta a riesgos, entre ellos la pérdida del dinero invertido; cada ejemplo que hemos proporcionado es meramente ilustrativo, ya que somos incapaces de poder predecir cómo se comportará el mercado.