Hace mucho tiempo, en un planeta muy, muy lejano…
No todas las grandes historias empiezan así.
Era 2011 cuando el nicho de las criptomonedas hizo revuelo en las comunicaciones a nivel mundial, tras alcanzar por primera vez la paridad con el dólar. Desde entonces, se ha registrado en el ojo de inversionistas, aficionados y espectadores lejanos.
Hace unos años, si no estabas interesado en las finanzas en la plataforma de Twitter (ahora X, pero seguimos viudos), era difícil que entendieses mucho o estuvieses adentrado en el mundo de las “crypto”. Se entendía que era una moneda digital descentralizada, que no le pertenecía a un banco específico, pero ¿realmente sabíamos de qué se trataba? ¿lo tenemos tan claro ahora? Quizás, para un porcentaje de la población, sigue siendo un misterio, pero al menos ya abandonó el nicho exclusivo de la empresa del pájaro azul.
Se habló de su desplome hace unos años atrás, ahora hablamos del alza. Y quizás te entusiasma la idea y has leído otras notas sobre si comprar, vender o no hacer nada frente al alza de las Bitcoin. ¡Qué está muy alto para comprar ahora! O que después podría bajar… qué quizás no baja.
No tenemos certezas y por eso, te traigo algunas cosas que me hubiese gustado saber antes de emocionarme con las cripto, específicamente la que está de moda hoy en día: El Bitcoin.
Los precios pueden fluctuar significativamente en períodos cortos, lo que puede generar oportunidades de ganancia enormes, pero también pérdidas. Lo que lo transforma en un instrumento de inversión sólo apto para los más arriesgados (me gusta decir que no es apto para cardíacos).
Es importante estar preparado mentalmente para esta volatilidad y tener una estrategia para poder gestionar el riesgo.
Debes entender cómo funciona la tecnología de BlockChain, los fundamentos del Bitcoin, su historia y sus posibles casos de uso. Es necesario que estés familiarizado con todos los posibles riesgos y desafíos que te ayudarán a tomar decisiones más informadas.
Recuerda que el mercado se puede ver influenciado por múltiples factores, debes tenerlos en consideración a la hora de decidir invertir.
La seguridad es una consideración crítica a la hora de invertir en Bitcoin, debes tener claro que vas a utilizar una plataforma y billetera confiable para almacenar tu dinero. Evita las estafas y los robos cibernéticos a toda cosa.
La pérdida o el robo de bitcoins, por mala seguridad, puede ser devastadora.
No te dejes llevar por tu emoción, porque si bien podrás ver la Bitcoin como potencialmente lucrativa, es importante no poner allí absolutamente todo tu dinero. No sabrás si podrás soportar una caída como la que vimos años atrás.
La diversificación es una práctica clave para reducir el riesgo de tus inversiones. Asigna sólo una parte de tu cartera total a este instrumento e invierte el resto en acciones, bonos, ETFs u otros.
En Holdo, tenemos un ejemplo de cómo podrías crear un portafolio con ETFs. Revisa nuestros portafolios prediseñados y elige crypto para saber más (o quizás te interesa otra temática).
El entorno regulatorio de las Bitcoin está constantemente evolucionando y puede variar, según país o región. Es importante comprender las regulaciones locales, no sólo para cumplir con las obligaciones fiscales y normativas, sino que también para evitar estafas.
Advertencia: La información que se encuentra en este blog está destinada a un uso informativo general. No corresponde, en ninguna circunstancia, a un consejo personalizado de inversión. Cada individuo cuenta con necesidades diferentes, por lo que debes tener en consideración tu perfil de riesgo y objetivos, antes de tomar una decisión sobre tu situación financiera. Cabe destacar que, en holdolens, se comparten solo datos fiables sobre el comportamiento histórico del mundo de las inversiones. Sin embargo, no se puede garantizar un resultado específico sobre el mercado, ya que el rendimiento podría variar. Ten en consideración que toda inversión está sujeta a riesgos, entre ellos la pérdida del dinero invertido; cada ejemplo que hemos proporcionado es meramente ilustrativo, ya que somos incapaces de poder predecir cómo se comportará el mercado.